"El Holocausto como símbolo"
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Blogger Escrituraleatoria said...
Jorgis, ando con prisa pero el tipo de reacciones como la de Bernardo me enojan particularmente. Una primera parte del doctorado me la pasé estudiando el discurso nazi, que como todo discurso totalitario es esquizofrénico, por ejemplo, el gran arquitecto de Hitler, Spears, nunca vió un campo de exterminio, él hacía la estética imperial. Yo creo que el hecho de inflamarse de esa manera y de decir "mi holocausto" es negar que pueden haber conexiones "ideológicas" entre el nazismo como figura política y las grandes corporaciones que exterminan económicamente, es no querer asumir otras violencias del s.XX, incluso frente al pueblo palestino. Yo también soy judía pero nunca me he tragado la apropiación de la desgracia "nuestro holocausto", y hacerlo privativo. Lo que el artista está mostrando es que si bien el holocausto nazi no se puede comparar con otras guerras del pasado ni con limpiezas raciales anteriores porque tiene en su esencia, un desarrollo de la tecnología y una lógica de mercado, es una economía de la destrucción. Eso nos legaron los nazis al s.XX. Nadie estamos exentos de esa herencia, ni los judíos. Al rato te linkeo en mi blog para seguir allá la discusión.
Monday, December 8, 2008 5:32:00 AM PST
Blogger afarewelltosilence said...
Si, de acuerdo. Además creo que el Holocausto es uno de los marcadores somáticos más comunes de nuestro tiempo...y uno de los más fuertes. En ese sentido, el Holocausto es una manera de evocar comunes denominadores en la audiencia. Es decir, los símbolos Nazis son algo perfectamente reconocible por casi todo el mundo, y esos símbolos han sido perfectamente construidos socialmente para significar el horror de la guerra, el exterminio de los judíos, el genocicio, la corrupción total de la humanidad, etc... pero casi nunca significan poder económico o capitalismo explotativo. Entonces, creo que el artista acierta en usar el Holocausto para unir a los otros 3 elementos bajo un mismo discurso porque justamente no es la interpretación evidente la que propone. La obra te forza a olvidar los significados aprendidos sobre el Holocausto, a poner en pausa al marcador somático, para tratar de ver otro aspecto de los Nazis y criticar a los Slim y a los Goldman bajo el mismo lente. Supongo que lo polémico de la obra es justamente que te pide lo impensable: olvidar por un segundo el genocidio y pensar en los Nazis como grandes capitalistas, y entonces compararlos con nuestro símbolos actuales.
Monday, December 8, 2008 6:37:00 PM PST
Blogger Escrituraleatoria said...
Hola. No Jor, yo sigo sin estar de acuerdo con tus críticos, y mira que soy judía. El hecho de hacer del nazismo algo "intocable" ha sido una manera de obliterar otros crímenes del s.XX, de no querer pensar por ejemplo, los crímenes del capitalismo, la . ¿Qué importa la swástica? No hay significantes trascendentales, claro que tiene el referente del nazismo, aunque lo quisieras usar para vender una marca de papas, el artista lo que está haciendo es unir la swástica (que tiene una historia anterior al nazismo y el referenete del nazismo) con otros símbolos como el dolar. El "intocable holocausto" ha hecho que no se pueda ni cuestionar la situación en Palestina, con miedo, incluso para los intelectuales judíos, de ser marcados de antisemitas...Yo me opongo a ese miedo.
Wednesday, December 10, 2008 4:33:00 AM PST
Blogger Andrés said...
Mi argumento no es que se deba prohibir lo que cada quien interpreta, sino que debe de ser sometido a discusión, y sí en la democracia cada quien avanza una interpretación particular de las cosas, que puede incluir juzgar cierta incompatibilidad. Me parece que el argumento de la exposición es incompatible con el argumento de que lo peor que hacen las personas es ser nazis. Por lo tanto creo que publicamente ese argumento debe de ser desmontado, atacado, refutado, etc. El artista podrá decir lo que quiera, pero no tengo porque quedarme callado frente a su libertad de decir lo que quiera. Tengo capacidad de juicio y evaluación y quiero que ese juicio y evaluación sean tan públicos como cualquier otra cosa. Quiero que haya UNA interpretación del nazismo más sólida que cualquier otra, y creo que es bueno para la sociedad que se sostenga esa interpretación. Quiero que se sepa que me ofende. Es decir no cuestiono la libertad de nadie para decir lo que quiera, lo que cuestiono es el valor sustantivo de semejante interpretación. En serio no entiendo quien puede tener interés en cualquier otra interpretación nazismo. O bueno si lo entiendo, pero por suerte son unos muy pocos, son poco exitosos, y todavía son socialmente condenados. Esas otras interpretaciones que no sólo se le han ocurrido a este artista en particular no me han convencido de tener nada bueno.
El Revolutionäre Zellen creyendo que combatía los horrores del capitlalismo secuestró un avión, lo llevó a Uganda. Separó a los "zionistas poderosos y ricos", de los no zionistas. Y empezó a matar a los primeros. Su argumento era: el problema es que son iguales que los nazis. La perversidad de esa interpretación no tiene madre.
Imagina que hay otro artista, que llena la ciudad de espectaculares y pone una foto de Nelson Vargas, y otra del scuestrador que mató a su hija a un lado, con la frase "Esto pasa por vivir de hacer dinero". ¿te sorprendería que alguien se ofendiera? ¿o hay otras capas interpretativas valiosas, como la obviedad que vivimos en una sociedad de mercado? ¿qué es más valioso recordarnos que el dinero existe, o condenar el asesinato? ¿dirías que exagerado Nelson Vargas por decir "no me hagan esto, no me quiten lo que siento por mi hija?"
Insisto Amigo, el tema de la interpretación es que las interpretaciones son compartidas, dependiendo lo que uno interpreta pertence o no pertenece a cierta comunidad. Uno en alguna medida escoge a que comunidad pertence con lo que escoge interpretar como valioso. Yo quiero seguir perteneciendo a la comunidad de personas que cree que no hay nada peor que el exterminio étnico y que si olvidamos eso terminaremos por cometer el mismo error. Quiero que esa comunidad sea tan grande como pueda, porque no puedo imaginar que el racismo sea como cualquier otra cosa.
Thursday, December 11, 2008 8:30:00 AM PST
Anonymous David Peña said...
Buen Amigo: esta vida es demasiado como para admitir lecturas únicas de las cosas, al menos en eso estamos de acuerdo. Sin embargo, hay lecturas que tienen como resultado - aunque no siempre propósito- banalizar, desprestigiar, ensalzar, incomodar, alegrar y un largo etcétera - supongo que en eso tú estarás de acuerdo conmigo. Esa interpretación tan tuya de los símbolos nazis trivializa como consecuencia. Dudo que tu meta sea desmontar el significado del mal nazi, pero la manera en que encuentras correspondencia entre un empresario y un teniente de Hitler provoca justamente eso. De tu exposición se entiende que lo importante son los puntos de conexión entre nazis y demás actores cuyo dominio económico ha subyugado a una gran parte de la población; debo confesar que subrayarlo me incomoda. También admites que hay más representaciones. ¿Qué tal la conexión entre los nazis y el poder? ¿Se puede decir que Obama y Hitler son iguales?
Decir que el nacionalsocialismo tiene muchos componentes me parece una obviedad. Además del genocidio y el terror fue un régimen de gobierno, un partido político, una ideología... lo que tú quieras. Pero hasta hoy, el nazismo es uno: terror. Y agrego: afortunadamente. Creo que hay símbolos que vale la pena destruir, otros que vale la pena conservar. A mucha honra la humanidad se ha encargado de hermanar la svástica con la palabra "horror". La lección de aquella Alemania me parece demasiado importante como para humanizarla con nuevas interpretaciones. Ésta sin lugar a duda puede cambiar, pues efectivamente los símbolos son construcciones humanas. Pero felizmente, hoy vivimos en un mundo en que la palabra y la memoria pesan. Un símbolo evoca demasiadas tragedias como para siquiera pensarlo.
Thursday, December 11, 2008 11:32:00 AM PST
Blogger Escrituraleatoria said...
Jorgis, hoy me llegó un mail que te quiero compartir, de mi maestra de filosofía en la UNAM, mi directora de tesis de licenciatura, también judía: "Por lo que alcancé a ver y a impresionarme (además hay una plaquita a la salida de esa sala donde el autor dice no querer violentar al público con estas imágenes y que es a modo de crítica), a mí me pareció alucinante. La estética nazi (¡la exposición desplegada del libro de iniciación a la lectura para primaria!), los animales embalsamados, el video de la ratas (no pude ver el bioterio), la relación con Vasconcelos... a mí me parece que es portentoso... Volveré las veces que sea necesario y pienso abrir la nueva época del taller allí, en esa sala justamente..." Creo que nos faltó inspeccionar más la cuestión del símbolo o symbolum, a la vez como signo de reconocimiento y de fe. Sólo te recuerdo que en la prehistoria del nazismo están los "Jungkonservative Klub"...Ni hablar verdad.
Friday, December 12, 2008 11:00:00 AM PST
Liga. A Farewell to Silence
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