enero 24, 2009

Gonzalo Ortega

Entrevista a Miguel Ventura

Lunes 22 de octubre de 2007, en un departamento de la colonia roma

Me reúno con Miguel Ventura y comenzamos a platicar sobre la macro-instalación titulada “Cantos cívicos” que presentó a principios de este año en el Espai d´art contemporani de Castelló en España. Después de haber revisado algunos videos documentales de la exposición, que muestran la elaboradísima logística para el evento inaugural y para la sincronía de numerosas proyecciones de video, coros y orquesta en vivo, la plática se encaminó como a continuación transcribo:

GO

Cuando el crítico de arte estadounidense Clement Greenberg (1909-1994) habla de Kitsch y de Avant-garde[1], refiriéndose concretamente al período del modernismo, propone que cuando algo se instaura como “oficial” en el arte, su lectura resulta demasiado académica y rígida, por lo que resulta inevitable que con el paso del tiempo los creadores, y la sociedad en general, evolucionen y propongan formas e ideas nuevas. Elegí esta cita porque, al revisar el desarrollo de tu trabajo artístico, que partió del desarrollo del lenguaje NILC[2] y de la crítica a regímenes totalitarios de control, no pude evitar pensar que tus propuestas más recientes simulan la evolución de una sociedad imaginaria, una evolución hacia algo mucho más abigarrado. Es como si hubiese pasado el tiempo y como si el mundo NILC, después de su instauración, se hubiese encumbrado y finalmente cedido a la apropiación colectiva de sus formas originales. ¿Encuentras sentido en esta idea?

MV

Si, aunque al hablar de formas que entran en la academia y de formas de poder se debe mencionar que Greenberg fue quien puso en marcha toda esa lógica de evolución del arte que prevalece hasta nuestros días. También propuso, en forma paralela, un nuevo léxico. Si hay una cosa que me interesa en este momento es ver como se desarrollan actualmente la sintaxis y la gramática de un “modernismo posmodernista” como el que vivimos hoy, con todas sus ramificaciones reductivas[3]. Me interesa el empleo de un lenguaje reductivo, que creo que es muy parecido a lo que se vivía durante la época barroca, o quizás también parecido a los siglos XVII y XVIII. Me refiero a una especie de desarrollo tardío de elementos que la gente conoce muy bien y que forman parte de las nociones del buen gusto de una clase social en cierto momento historico. Actualmente contamos con una serie de elementos correspondientes a una gramática y a una sintaxis evolucionadas que, muchos de nosotros, sencillamente nos dedicamos a reordenar en formas posibles y comprensibles. Este reordenamiento no sólo responde a interpretaciones artísticas, sino también a las leyes de un mercado ya bastante establecido. Además, quizás desde el 2001,vivimos un momento en el que algo ocurrió que fue como la gotita que hizo derramar el vaso de agua. En este momento se percibe más agudamente la defensa de valores del pasado reciente y la obstinación por querer instaurarlos como algo académico y de mucho valor mercantil. Creo que en este momento se utilizan en el arte elementos con este tipo de sintaxis reductiva, minimalista y kitsch.

GO

Todo academicismo es Kitsch y viceversa, porque implica una reducción. Es como eliminar cualquier cuestión humana y convertir únicamente en un conjunto de reglas a seguir lo que antes se formuló como arte. Pero en el caso de tus proyectos más recientes lo que haces es justamente abandonar todas los lineamientos esquemáticos que proponías en trabajos del pasado (como los diseñados en el desarrollo del lenguaje NILC), deviniendo todo en otra cosa, en algo mucho más amplio y a la vez más directo.

MV

Sí, lo que pasa es que esos años de trabajar con el NILC y con sus reglas significaron la base de lo que ahora hago. En aquel momento era necesario para mí sentir que generaba una base sólida sobre la cual trabajar. Pero como todo, uno hace reglas y después se rompen o se hacen a un lado para armar algo más complejo. En fin, uno no siempre continúa trabajando con lo que uno se planteaba en un inicio. Para mí fue como entrar en nuevos territorios. En el proyecto “Frontera: Esbozo para la creación de una sociedad del futuro”[4], por ejemplo, trabajé con elementos narrativos en un contexto que no tuvo nada que ver con el cubo blanco o con el tipo de lugares con los que estaba acostumbrado a trabajar y eso fue muy refrescante. Y simultaneamente, la misma semana presenté un proyecto en la galería Garash, de la Ciudad de México, dentro de una exposición colectiva que se llamó Pink Not Dead. En ese proyecto usé los mismos elementos anteriores pero en un nuevo ordenamiento de tipo decorativo.

GO

En otra ocasión me comentaste que ya no te interesa generar una sola lectura en tus trabajos porque te resultaría demasiado obvio.

MV

Efectivamente, no me interesa, y no por obvio, sino por ser poco interesante. Creo que un ordenamiento tan literal y riguroso como el que seguí hace algunos años, respondía a cierto miedo de abandonar esquemas y maneras de proceder. Pienso que actualmente vivimos un momento en el que esas formulaciones esquemáticas, que muchos artistas practican, no corresponden a un mundo que se está viniendo abajo y en el que las reglas se están rompiendo o se sienten amenazadas por alguna fuerza destabilizadora, como lo puede ser el terrorismo. El intentar ser tan literal lo veo entonces como una actitud defensiva. El mundo de las fórmulas de esta gente, y me incluyo también, se puede venir abajo si descuida sus compromisos con el mercado o con la academia. Esta lógica es típicamente occidental, y al menos para mí ya se está desmoronando; de momento no lo percibimos pero después lo haremos.

GO

¿Intentas con tu trabajo hacer una crítica a esta lógica occidental?

MV

Pues no sé realmente si hago una crítica. Por ejemplo, la exposición que realicé recientemente en Castellón, y que el próximo año se va a presentar en el nuevo museo de la UNAM, consistió en armar una especie de sistema que incluía diversas estrategias, acumulaciones, programas y ramificaciones que, en ocasiones, desembocaban en algo y en otras no llevaban a ninguna parte. Estaba muy consciente de que lo que presentaba no encajaba con las configuraciones actuales académicas acerca de varios temas. Además, fue interesante trabajar con el curador del EACC-Juan de Nieves-porque tiene un planteamiento crítico de los museos de arte contemporáneo-los hot spots-de Estados Unidos y Europa y del mundo-los museos de moda que se pasan exposiciones de moda entre ellos y que son sucursales todos unos de los otros. Por eso, quise trabajar con esta idea de museo como un depósito de cosas muertas y jugar con la idea de las expectativas, a veces caducas, de nuestras instituciones culturales.

GO

Es más o menos por lo que yo quise comenzar esta charla con una cita de Clement Greenberg, porque creo que tiene que ver con la idea de que la cultura empieza a emanciparse, a crecer -en ocasiones llegando a callejones sin salida-, y en otras llegando a algo insospechado. Con respecto a tu exposición en Castellón me doy cuenta de que muchas de las líneas temáticas las tenías perfectamente bajo control, y de que otras tantas se fueron desarrollando más azarosamente. Recrear esa situación me parece brillante. Generaste una especie de híbrido que fue creciendo, una especie de cosmos pequeñito dentro de un museo en el que te permitiste hablar de muchas cosas.

MV

Eso espero, y esto lo que estoy desarrollando aún más ambiciosamente para la exposición en la UNAM. Lo bueno de hacer una exposición una segunda vez es que puedes desarrollar cosas que, aunque ya estaban desarrolladas la primera vez, en la segunda ocasión puedes añadirles más elementos. Por ejemplo, en esta ocasión no sólo se mostrarán objetos de mi colección personal, sino que más bien el espectador será testigo de un proceso que tendrá lugar dentro del museo. Por eso la exposición va a durar de cinco a seis meses. Sencillamente el entrenamiento de unas ratas -parte fundamental de la instalación-, se va a llevar a cabo totalmente dentro del museo. Comenzaremos con una inauguración en el sentido convencional de la palabra, aunque el producto final se va a poder ver hasta el final del proceso expositivo, una vez que las ratas ya estén entrenadas. Eso sí, al inicio de la temporada de exposición el espectador podrá ver una semblanza de lo que va a ser el producto final. Esto me parece muy interesante porque se revertirá aquello que la gente espera al asistir a la inauguración de una exposición.

GO

Y especialmente será interesante, porque estarás inaugurando no únicamente una exposición, sino un nuevo museo de arte contemporáneo.

MV

Bueno, se trata de un museo de arte contemporáneo hecho por un arquitecto modernista[5], situación que convertirá al evento inaugural en un acontecimiento muy cargado. Esto lo digo porque mi proyecto incluye una propuesta arquitectónica que implicará construir una estructura paródica parasitaria y a la vez independiente del museo, en la que además se encontrarán las ratas, un bioterio, muchas fotos, mamíferos y aves disecadas de la colección del Instituto de Biología de la UNAM y todo tipo de objetos que he ido coleccionando. Por ejemplo: nada colgará de las paredes del museo, se construirán paredes falsas y se colgarán lonas.

GO

En el Espaí d´art contemporani de Castelló construiste una estructura dentro del museo que recordaba en cierto modo al estilo de Frank Gehry. Me pareció interesante el contraste que esta estructura generaba con la arquitectura del museo, cuyos interiores son muy minimalistas, como si hubiese sido construido en los años cincuenta.

MV

Sí, el Espaí es honestamente horrible y en realidad sólo tiene siete años. Yo también pensé que era de los años cincuenta. Aunque debo confesar que fue interesante trabajar allí porque se convirtió en una especie de “cubo neutro” en el que no resaltó ni la fachada ni nada. Por cierto, esta referencia a Frank Gehry es interesante porque no fue intencional del todo. Yo trabajé con un arquitecto que se llama Edmundo Morales, quien se encargó de interpretar en dibujos arquitectónicos todas mis nociones e ideas. La idea era generar una piel envolvente, como si se tratara de un tumor, y al mismo tiempo evocar la estructura de un dirigible. No implicaba la sensualidad o la belleza de los edificios y superficies envolventes de Frank Gehry. Para la versión de la UNAM, Edmundo y yo desarrollamos un dibujo arquitectónico que recuerda quizás las caricaturas japonesas. Es como la versión barata de Frank Gehry llevada a la caricatura.

GO

Efectivamente, uno puede encontrar varias lecturas, y más conociendo los temas con los que has venido trabajando desde hace muchos años. Al ver las imágenes de la pieza en Castellón se pueden reconocer cosas que utilizabas en el pasado en tu trabajo. Por ejemplo: en tu trabajo anterior era común la idea de lenguajes y formas que evolucionan generando nuevos lenguajes. Me da la impresión de que esa idea de evolución la has llevado a otros ámbitos, y de que tu proyecto crece y crece inacabablemente.

MV

Sí, es que lo que más me interesa es que el proceso sea acumulativo. Creo que eso se diferencia de prácticas seguidas hoy día. Con esto me refiero a frases que el artista desarrolla, presenta, etc, y que se vuelven un ciclo realmente monótono. Quizás mi proceso acumulativo se deba a que siempre he desdeñado la parte mercantilista de mi trabajo. Soy un desastre comercial, lo que ha ocasionado que a mis 53 años me desarrolle de otra forma, me entiendes? Mi trabajo siempre es consecuencia de lo que he hecho anteriormente, y va a tener que ver sin duda con lo que sigue. Voy asimilando diferentes cosas, imágenes y elementos de un proyecto, y los voy usando para otro.

GO

Hablando de que tu obra es consecuencia de cómo has pensado durante toda tu vida y de cómo se ha ido desarrollando tu trabajo, ¿qué opinas cuando ves el trabajo de artistas jóvenes, inteligentes y talentosos, pero que no han tenido la oportunidad de madurar ese tipo de procesos? Muchos artistas han crecido en un contexto en el que se produce arte y en donde lo más importante es innovar, y no necesariamente me refiero a innovar en contenidos. A veces tengo la impresión de que la generación actual de artistas es una generación que sólo copia procedimientos y procesos, que copia estrategias ya probadas por artistas de generaciones anteriores. Se pueden encontrar miles y miles de catálogos y de exposiciones realizados por gente que entiende muy bien, o pretende entender muy bien, de que se trata por ejemplo el arte en el espacio público, o de que trata el performance. Se apoyan en lo que ya vieron que está legitimado como arte. Lo más agradable de ver tu trabajo es que a final de cuentas se nota que todo parte de una postura iniciada tiempo atrás.

MV

Estoy de acuerdo. Por ejemplo: el otro día fui a una inauguración y me impresionó la homogeneidad de las piezas de video que allí encontré, y no me refiero a homogeneidad en los contenidos, sino de la gramática que los artistas utilizan. Me impresiona la pobreza de la gramática impuesta por el mundo del arte. Pero los artistas, como tú dices, saben manejarse dentro de esa gramática, aunque creo que en realidad están arriesgando poco.

GO

Efectivamente, hay mucha gente que revuelve el agua para aparentar profundidad, y actualmente se percibe mucho eso en el arte. Ya no se copian sólo formas o técnicas, sino que ahora se copian los modos de interactuar en un entorno social, y se asume automáticamente que al hacerlo se genera por arte de magia una intención artística o un contenido. Cuando se vuelve todo tan reiterativo se pierde absolutamente cualquier posibilidad de generar contenido.

MV

El contenido es lo de menos para muchos y más importante es la forma en que se presentan los conteniditos neutralizados. Bueno, el conocimiento de la fórmula del que tú estás hablando y del cómo adecuar tus contenidos a una forma o una estrategia de presentar tu trabajo, primero lo exige el mercado y, segundo, lo enseña la academia. El lenguaje visual, o de las artes de los últimos tiempos, se conforma indudablemente en base a un panorama internacional, que es la meta. Lo que vemos es que en occidente esta gramática se va integrando de una forma cada vez más y más rígida, y no sé cuánto más pueda durar eso.

GO

La historia del arte está llena de estos ejemplos; cada proyecto se va encumbrando, legitimando, academizando, hasta que llega alguien nuevo a romper las reglas. Y, si entiendo bien lo que decías hace un rato, te sientes muy afortunado de poder esquivar toda esa situación, debido a que no estás siendo entendido por ese mercado. Es una situación muy afortunada para ti.

MV

Pues la verdad es que en este momento, por alguna razón, no me dan ganas de pertenecer al mercado. México es además un medio como que muy apretado en ese sentido. Me impresiona lo “apretadito” del medio y de los coleccionistas, en términos de sus conocimientos y gustos estéticos. Yo diría que hay mucho gusto por los productos “bien diseñados” en un sentido exquisito de la palabra, un buen gusto adquirido y desarrollado por la burguesía de este país que se ha enfocado en diferenciarse a güevo de las clases populares desde siempre. Además con modelos internacionales, especialmente nórdicos. Y como yo dije en una conferencia en Canadá, México no es un país reductivo, al contrario, como que estalla por todas partes. La adquisición de este gusto es interesante y habla mucho de nuestros tiempos y de este país.

GO

¿Y entonces cómo consideras que se asimila tu obra en México en comparación con otros países nórdicos, como tú los llamas?

MV

No sé, tendría que pensar un poco más en esto. Cuando estuve en Nueva York me sentía muy cómodo porque sentía que había más gente con intereses como los míos. Pero ya han pasado muchos años y siento que muchas de estas personas, especialmente artistas que, como yo, trabajan con instalación y escultura, padecen esta necesidad predominante de formular en forma muy esquemática sus propuestas. Quizás esto se deba a que muchos de los sitios de exposición en Nueva York son galería comerciales. No existe otro tipo de espacios, en comparación con México, donde he expuesto en lugares muy diferentes a las galerías. Tengo un sentido de humor que siento que muchos de mis colegas no tienen aquí, especialmente los machitos de mi edad.

GO

Volviendo a la instalación Cantos cívicos que presentarás el año próximo, quisiera que nos hablaras más sobre ella.

MV

Bueno, la parte central de la pieza podría ser definida como una rockola para ratas. Funcionará, como te comentaba antes, con ratas entrenadas para desplazarse dentro de un laberinto de doce tubos. Cada tubo corresponderá a una canción diferente. Debido a que en la UNAM estarán las ratas en vivo -cosa que en Castellón no pudo hacerse por miedo de represalias de los fanáticos de derechos de animales-, se instalarán sensores de movimiento en cada tubo. Cada vez que una rata entre a un tubo se disparará una luz que les indicará a dos coros y a una orquesta en vivo qué canción deben cantar. En el momento en el que empiezan a cantar se activarán automáticamente doce proyecciones de video estilo Mtv, hechas especialmente para cada canción. Todo esto suma 24 videoclips diferentes para doce tubos. Hay dos versiones para cada canción, una versión cantada por un coro de niños en lenguaje convencional, y otra versión que cantarán los adultos. Estas últimas son versiones estilo NILC de las mismas canciones.

 GO

Recuerdo haber escuchado entre estas versiones algunos éxitos de los ochenta. También me comentaste que incluirás canciones de la Alemania Nazi.

MV

Hay doce canciones, de las cuales ocho son éxitos de los cincuenta hasta los ochenta. Por ejemplo está “Qué será, qué será” de Doris Day; “Life is life” de Opus, pero en una versión basada en un arreglo orquestal de Laibach; “Edelweiss” de la novicia rebelde, y también dos canciones de la época Nazi. La primera, “Die Fahne Hoch”, el himno del partido Nazi, y la otra una canción que cantaban los Hitlerjugend en sus marchas. Finalmente dos canciones Falangistas españolas.

GO

Supongo que no será tarea fácil coordinar a tal cantidad de gente y a todo el equipo técnico involucrado.

MV

No es fácil para nada. Hace falta una excelente coordinación entre los músicos: un coro de 30 niños, un coro de 20 adultos, una orquesta de 25 instrumentistas y los diferentes especialistas de las facultades de psicología y veterinaria que entrenarán a las ratas a pasar por el laberinto. Mi intención es llegar a un momento en el que se pueda usar a las ratas en vivo para enseñarles a los coros qué canciones cantar, pero hasta que eso ocurra se va a utilizar el mismo programa de computadoras que se usó en Castellón.

GO

Pensando en que la exposición de México va a ser más compleja y más ambiciosa que la de España, y también en que tu trabajo es acumulativo, entonces ¿cuales son tus expectativas para los proyectos a futuro? Si ya has alcanzado estas dimensiones entonces ¿qué esperas para el futuro?

MV

No sé, yo creo que si hago una pieza así, es porque se ha presentado la oportunidad de hacer una pieza así en términos de espacio, presupuesto o lo que sea. Me gustaría después trabajar una ópera telenovelesca y trabajar un chingo de videos que no he tenido tiempo de editar.



[1] Greenberg, Clement. Avant-Garde and Kitsch. Revista Partisan Review. Abril, 1939.

“A society, as it becomes less and less able, in the course of its development, to justify the inevitability of its particular forms, breaks up the accepted notions upon which artists and writers must depend in large part for communication with their audiences. It becomes difficult to assume anything. All the verities involved by religion, authority, tradition, style, are thrown into question, and the writer or artist is no longer able to estimate the response of his audience to the symbols and references with which he works”.

[2] NILC es la abreviación de New Interterritorial Language Comittee, un lenguaje concebido para el control de una sociedad sometida a los desvaríos e ínfulas de grandeza de una superestructura de gobierno maquiavélica. Miguel Ventura creó esta alegoría social a partir de ejemplos históricos como el nazismo y la dictadura franquista en España.

[3] Se ha utilizado el adjetivo „reductivo“ porque no se encontró uno que definiera mejor la idea de „degradación” del lenguaje, la forma y el contenido en el arte contemporáneo. El adjetivo “minimalista” hubiese implicado una simpificación en sentido positivo, que no correspondería con lo que el artista quiso decir.

[4] En este proyecto, comenzado por el Laboratorio Curatorial 060 en enero de 2006, y aún vigente, participan artistas y arquitectos mexicanos e internacionales, con una serie de trabajos que se vinculan con los habitantes de un pequeño pueblo llamado Frontera, situado al margen de la frontera de México con Guatemala. La intención de este proyecto es la de reflexionar sobre la situación geopolítica del lugar y sobre sus tradiciones.

[5] Se refiere al arquitecto mexicano Teodoro Gonzáles de León.

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