“Con todo esto, seguro es que Miguel Ventura algo nos quiere decir. Aquí no valdría la interpretación de una obra de arte sólo como un impulso emotivo. En Cantos Cívicos está el impulso pero arropado con una fuerte carga conceptual e intelectual. La obra nos habla del nazismo y de todos esos tipos de totalitarismos que manipulan a las masas para convertirlas en el proletariado que mueve las fuerzas productivas (las ratas de laboratorio). Pero también un ambiente sobresaturado de información y de “iconografía” de mensajes y publicidad. Amén por supuesto de la crítica específica a la barbarie humana personificada por el nazismo y sus creencias no sólo bélicas, sino estéticas y éticas. Luego los cantos, que con toda seguridad le dan nombre a la obra, aquellos que sufrimos en la infancia y con los que nos llenan de aires patrióticos e identitarios: los himnos a todo, que además nos venden como una posibilidad de aprendizaje artístico. Y todo esto en un singular dispositivo que nosotros mismo habitamos y modificamos al entrar y leer y vivir.”
enero 19, 2009
Hector Garay
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario